jueves, 9 de abril de 2020

El Centro Filosófico Camino Real, COVID-19 y las elecciones de mayo 17

Juan Tomás OliveroEl Centro Filosófico Camino Real, espacio de reflexión que asume la meditación Filosófica como un compromiso con la vida y la Paz,  ha entendido que el rumbo de la humanidad es un camino equivocado construido por falsos valores que desplazan al ser humano como eje  y razón de ser de la existencia de una humanidad cimentada en el amor,
y no, en un poder político y económico que hoy ha hecho del mercado capitalista  una carnicería donde se matan seres humanos en nombre de una nación poderosa apoyada en un poder que promueve un progreso social, económico y tecnológico que no  respeta la vida.
El sentido de humanidad, nos hace ser justos, solidarios y fraternos. Nos hace ser compasivos y enérgicos. Nos hace ser íntegros, honestos y auténticos. Este sentido de humanidad nos hace ser civilizados y no salvajes. Nos hace ver que la solidaridad, es más que la seguridad. Que la indolencia no es un valor un humano y que la rentabilidad, la plusvalía y la modernidad de inteligencia artificial, es la forma más cobarde de un capitalismo salvaje deshumanizante.
El COVID-19 ha desnudado muchas realidades en el mundo y en el caso nuestro una fundamental: No tenemos un Estado Sistema. No tenemos un sistema político, los sistemas los hemos confundidos con dependencias gubernamentales donde se compensan compañeritos, amigos y consorciados. Carecemos de sistemas sanitarios, de Educación, seguridad social, garantías económicas y desarrollo institucional para enfrentar crisis como la actual. Tenemos modelos de enfrentar crisis apoyados en la arrogancia, el autoritarismo y la mentira en sus tres versiones: Doradas, baratas y chimbas.
En nuestra propuesta debidamente sustentada de fijar nuevas fechas y posponer  las elecciones generales Presidencial y Congresuales determinadas por la constitución para el 17 de mayo 2020, razón esta, por la que vuelvo a reiterar esta propuesta publicada en mi columna el pasado domingo 5 del mes en curso, cito: “El sentido de humanidad y de respeto a la vida nos dice que: No hay seguridad ciudadana y sanitarias, mucho menos condiciones políticas y materiales para celebrarse”.
¿Por qué estas fechas? Porque posterior a cada evento electoral hay que preservar a la Junta Central Electoral (JCE) los Tiempos Procesales de ley para dar: resultados finales, proclamas de candidatos y, a los candidatos participantes, lo que constitucionalmente les es atributivo; reparos e incidentes procesales

 
Sugerimos, también, en nuestro artículo anterior, y lo reiteramos en este; que tanto la primera como la segunda vuelta de las elecciones nacionales y congresuales sean celebradas en el mes de Julio: celebrando el domingo 5 de Julio las congresuales y la primera vuelta (presidencial).  El domingo 26 de Julio la segunda vuelta presidencial, en caso de ser necesaria. ¿Por qué estas fechas? Porque posterior a cada evento electoral hay que preservar a la Junta Central Electoral (JCE) los Tiempos Procesales de ley para dar: resultados finales, proclamas de candidatos y, a los candidatos participantes, lo que constitucionalmente les es atributivo; reparos e incidentes procesales.
Decíamos que el asunto no es sólo cambiar fechas, hay que repensar nuestros métodos y comportamientos políticos, que creo necesario por las circunstancias covid-19.  Volver a los horarios de votación diferenciados, constituye un elemento a valorar por el Pleno de la JCE ante la presente coyuntura electoral: en la mañana las mujeres y en la tarde los hombres, para reducir de esta manera el cúmulo de las concentraciones concurrentes y preservar así, la distancia social para evitar resurgimiento del contagio COVID19. Creo de sano juicio, olvidar también la chercha electoral con la que hemos degrado la cultura política: Caravanas, mítines y concentraciones idiotizantes.
Otro aspecto que no desarrollaré en este trabajo y retomaré en el próximo, es que la elección de una fecha, en caso de que las razones de su posposición no persistan en el mes de julio, es cuidar la institucionalidad electoral y no dar espacio a que el gobierno y el partido gobernante (PLD)  use como una daga política el art.126 de la Constitución de Republica Dominicana en su carácter interpretativo, para crear una crisis política sin precedente, cosa esta a la que nos han tenido acostumbrados con o sin COVID-19.
Todos mis trabajos, tendrán la misma forma de conclusión hasta tanto no sea controlada y liquidada la pandemia, al terminar estas reflexiones las reitero:
La vida, don sagrado, no puede ser en una Sociedad Humana y Cristiana un medio para alcanzar un fin político o perpetuarse en el poder. Primero la Vida, después cualquier otro hecho político, social o económico. Quédate en Casa. ¡¡¡Cuida Tu vida, la de los Tuyos y Cuida la Mía!!!
Dios proteja este país.

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