Por Félix Betances

Desde que se dio a conocer por lo bajo, como si fuese una bola de humo como lo dice el pueblo llano, la soterrada intención de convertir el legendario y emblemático “Hotel Guarocuya” de Barahona, en un hospital oncológico, se desataron los demonios entre barahoneros,

que ven esto como un menosprecio a los valores culturales tradicionales de su pueblo.

Se entendió desde un principio, que se trataba de una forma como de tomarle el pelo al burro, a ver si se quedaba tranquilo para luego quemarle el...

No se ha sazonado más la nefasta intención ya que el pueblo de Barahona, (presentes y ausentes) en más del 90 por ciento, de una u otra manera, se ha manifestado en contra.

Es probable, que los que hemos manifestado públicamente nuestra propuesta de que se construya allí una estructura hotelera que pueda ser utilizada como hotel y escuela, incluidas algunas oficinas que tengan afinidad con el sector, esté a punto de lograrse. Quizás sea mi sueño.

Esa ha sido una petición elevada por la “Coalición Enriquillo” de luchas sociales, al igual que de muchos barahoneros, entre los que modestamente me incluyo.

Si esto se logra, lógicamente que no sería manejado por el Estado como tal, ya que éste se ha visto como: “cuasi incompetente”, para el manejo económico institucional, debido a que la politiquería, impide el manejo pulcro y transparente, cosa que al menos en nuestro país, no es posible, para ningún gobierno, lastimosamente.

A lo que hay que aspirar en consecuencia, es a que esto pueda ser manejado por una especie de “patronato” si se quiere, aunque la modalidad que más le gusta a este gobierno, es nada más y nada menos que el famoso “fideicomiso” o que por el contrario, sea endilgada a alguna entidad del área.

Sin embargo, consideramos que de cualquier modo, si se logra lo que se necesita que es, mantener la obra como el pueblo demanda y la necesita, todos saldríamos ganando, al menos por un lado.

¡Esperamos y aspiramos!.

¡HOTEL Y ESCUELA”GUAROCUYA”!.