domingo, 13 de marzo de 2022

La guerra, el arma despiadada del neoliberalismo y el putinismo

 




Hay que transformar la vida y el mundo no desde la guerra y la destrucción, no desde el desconocimiento de la dignidad y libertad, no desde la agresión y la conculcación de derechos y soberanía.

Por JUAN TOMÁS OLIVERO 

Sócrates fue fundamental para orientar la reflexión hacia lo humano, la moral y la política. Esta atribución se debe más a lo radical de su vida, que a ser el primero en la filogénesis de la contemplación filosófica y el pensar humanista que desarrolla en sus enseñanzas.  Antes de Sócrates, los presocráticos y de manera particular el Sofista más relevante Protágoras, tenía como centro el hombre y planteó: “El hombre es la medida de todas las cosas”.

Putin en todas sus acciones y su marco de relaciones con el resto de las naciones y lideres mundiales asume una visión egocéntrica, determinada por el mito de ser Rusia la nación mas poderosa y grande del planeta.

Devolver la gloria y el poder pasa por la necesidad en Putin de construir seguridad y comercio apoyado en la capacidad ofensiva militar del ejército ruso.  Es la razón y no otra, que mueve a lanzar de forma despiada la llamada Operación Especial sobre Ucrania, movido por el principio de que: “Es mejor hacer las cosas rápido, aunque den resultados error, que no hacer nada” (Vladimír Putin). Una guerra ofensiva en Ucrania que no discrimina a quién, sino, que los incluye a todos: niños, mujeres, civiles, militares, ancianos y enfermos, como, también; refugios, escuelas, mezquitas, iglesias, estancias infantiles y residencias de ancianos; es lo que se puede calificar en un acto de guerra como una acción tan descomunal como bárbara.

Las claves que descifran las causas de esta guerra están determinadas por las llamadas alianzas flexibles, que el putinismo ha llamado y concebido en la nueva construcción del poder mundial con China. Como maestro del ajedrez se sienta este señor en su soledad megalómana y, sólo ve en el mapa del tablero de influencia geopolítico puntos que como torres soportan el águila bicéfala. Esta angustia existencial de poder es lo que le lleva a encontrar nuevos caminos para una reconfiguración en las zonas de poder de influencia, y el espacio geopolítico ucraniano.

Es estratégico para Putin y Rusia romper lo que se entiende como poder hegemónico de Estados Unidos de América en Europa y el mundo. Y para estos fines de poder, Ucrania es clave para entrar a Europa tanto en el comercio como en lo militar.  ¿qué quiere decir Putin con que el problema de Europa no es económico y de comercio, sino, político?

El putinismo liberal apoyado en la hoz y el martillo traumando de la guerra cruel y sin reglas, movido más que todo por el instinto animal de devastar, aplastar, destruir y matar; tiene como fundamento la doctrina de Thomas Hobbes,” homo homini lupus”.  Para Hobbes, el ser humano es malo por naturaleza, de modo que para poder convivir se necesita un poder absoluto, una ley autoritaria que controle el impulso agresivo que surge de la motivación egoísta de todos los seres.  En el Leviatán queda muy bien plasmado esta teoría que como doctrina de guerra ha construido Vladímir Putin, citamos: “el estado natural del hombre lo lleva a una la lucha continua contra su prójimo” (Atlas Universal de Filosofía).

La respuesta que ha tenido el mundo de los hechos a esta tendencia autodestructiva del ser humano ha sido múltiple y plural, cabe destacar entre ellas el movimiento intelectual humanista desarrollado en Europa durante los siglos XIV y XV, que exalta en su totalidad las cualidades propias de la naturaleza humana.

Logró el humanismo descubrir al hombre y dar un sentido racional a la vida tomando como maestros a los clásicos griegos y latinos, cuyas obras maravillosas redescubrió y estudió. Esta doctrina que afirma la excelsa dignidad humana, el carácter racional y de fin del hombre, que enfatizó de manera fundamental su autonomía, su libertad y su capacidad de transformarse, asimismo, la historia y la sociedad; fue la respuesta a la actitud no racional frente a la vida del humanismo comprometido con lo esencial de la condición humana.

Hay que transformar la vida y el mundo no desde la guerra y la destrucción, no desde el desconocimiento de la dignidad y libertad, no desde la agresión y la conculcación de derechos y soberanía. Si desde el respeto y reconocimiento del otro y su carácter sagrado en el derecho a vivir en Justicia libertad

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