jueves, 28 de marzo de 2019

Se enfría candidatura presidencial del expresidente Hipólito Mejía

Santo Domingo. – Al parecer al expresidente Hipólito Mejía se le han caído todos los palitos al piso y no pega una ni con coquí, y para determinar las causas de su derrumbe político no hay que ser sabio, basta con mirar su entorno para quedar convencido de lo sucedido.
El “Llegó Papá” no se escucha como resonaba antes en los tiempos de Lilís, ya no se escucha ni en la sinagoga, pero mucho menos en los centros espiritistas donde se reunían para rendir honor a quien en una etapa de su vida se le llamó el guapo, don Hipólito Mejía.
Y para el colmo de los colmos, hoy le pegan un 15% de preferencia electoral, lo que lo descarta para competir con Luis Abinader, que se coloca con un 79% a lo interno de esa organización, esto es mucha ventaja para quien luce totalmente agotado.
Está más que claro que “Luisito” llegó primero al campo de batalla y ahora espera a su adversario en una posición descansada, le lleva la milla, la cúpula dirigencial y la base de ese partido está con él, ahora mismo es el camino más corto que tiene ese partido para llegar al poder.
No podemos ser mezquinos, Luis está logrando colocarse en el centro de la agenda nacional, lo ven como un estadista, sus propuestas son creíbles, su discurso se está convirtiendo en un sentimiento nacional, es un opositor firme y sus posiciones son contundentes.
Existen cinco maneras de conocer un futuro vencedor. Ganan lo que hacen lo correcto para ganar, los que tienen el mismo propósito, los que están listos para la batalla, los que tienen generales competentes y lo que saben discernir, Luis está en eso, se está preparando para ir a la guerra y en esta ocasión con un batallón completamente armado, si es lo contrario pues le aconsejo no ir a la guerra, sería mejor evitar una derrota anticipada.
Vuelvo y digo, con esta ventaja de 63 puntos por encima del exmandatario, sería una buena estrategia ganar sin luchar, esto evitaría cualquier tipo de confrontación y ustedes no están para eso, el hombre prudente piensa antes de actuar, busca una solución al problema y construye su propio destino.
Quiero finalizar con uno de los capítulos del arte de la Guerra. Dice: “Cuando tus tropas están desanimadas, tu espada embotada, agotadas tus fuerzas y tus suministros son escasos, los demás se aprovechan de tus debilidades, y aunque tenga consejeros sabios, al final todo sale mal”, es mejor para Hipólito un retiro sin ruido que con escándalo, ya estamos viejos para show.

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