martes, 11 de abril de 2017

Trump siria chitas y sunitas

POR RAMÓN ALBURQUERQUE

La guerra de Siria es un reflejo de la divisionarios mortal de CHIITAS y SUNITAS alimentada por países que apoyan a unos  y otros. Por esto le llaman la guerra subsidiaria.  Como se sabe, al gobierno de BASHAR al-ASAD,  lo apoyan chiitas, Rusia desde los idilios  de la URSS, Irán, libaneses militantes de Hezbolá,y la distante China sin exponer sus m
úsculos. La guerra siria se inicia con la Primavera Árabe 201 0-2013, aprovechada por Barak Obama y Occidente, para librarse de Gaddafi, Mubarak ,Ben Alí en Túnez, y como en caída libre de Bashar al-Asad. En verdad la primavera tuvo un origen puntual en las redes sociales cuando la policía tuniciana abusó de un infeliz callejero. No obstante, las cosas se complicaron cuando los tiranicidios de  Libia, Egipto y Túnez, dejaron dichas naciones acéfalas porque el verdor de la primavera no cuajó liderazgos sustitutos que garantizaran la  estabilidad.
Pasaron meses y llegó el otoño sin derrocar Asad.  Y  justo en esos días, tras declarar Barak Obama que atacaría a Siria, cuando declaró Rusia casi en voz baja, que su legendario ejército rojo defendería el régimen sirio por razones de espacio vital. Lo que nunca advirtió EUA, fue que Rusia mostraría un renovado arsenal militar ultra digital de inteligencias artificiales. Y en efecto, aparte de su apoyo al polémico y odioso  Bashar, Rusia impresionó  con sus cazas T-50, portaaviones, avanzada informática y su preciso GPS que iguala la  puntería  de Tío Sam.
Lo que sí está claro es que los enemigos fundamentales del régimen de Siria, fueron y son, organizados-financiados por EUA, aliados de OTAN y sectores saudíes, y aun sea chocante, entre sus combatientes figuran  yihadistas. No caben dudas que la denominada “oposición siria” cuenta con EUA, parte de Turquía, Arabia Saudita, entre otros aliados occidentales y del Golfo Pérsico.
Este  desastre multisectorial, el mas cruel ejercicio de terror chiita-sunitas, que por supuesto, invalida el Islam para imponer el califato general en el mundo, se complicó más con la entrada de ISIS avanzando desde Irak,Irán,Arabia Saudí y sus crímenes de lesa humanidad. Naturalmente,contra el régimen de Bashar pelea también el milenario Kurdistán buscando crear su estado nacional. Porque  en Siria están todos los intereses planetarios,incluso chinos,japoneses,etc., y por supuesto, el odio teológico de las religiones revelacionistas guerreristas del mundo: judaismo,cristianismo e islam. Y tímidamente asoma el soñado proyecto ruso de construir un gasoducto del mismo corazón siberiano a las riberas del Mar Mediterráneo.
Ante esta compleja madeja, resulta obligatorio, ahora, analizar, la incursión militar de TRUMP rompiendo su  actitud conciliadora con Bashar y Putin, y  su “firme” decisión de sacar EUA del rol de GENDARME MUNDIAL. Es obvio que su operación militar constituye una audaz carambola de billar de toques múltiples.  Por un lado, se mostró sensible ante la atrocidad de las armas químicas; enfrentó a Rusia y Putin para encarar las investigaciones de su Congreso, que podrían comprobar  vínculos con la inteligencia rusa en la derrota de Hillary. Se rindió al “establishment”, o,  “guerrerismo Yankee”  aumentando el presupuesto de defensa en  50 mil millones de dólares y lanzando 50 misiles Tomahawk sobre áreas de un aeropuerto sirio. Mas, su genial movimiento subliminal, es intentar mejorar su deteriorada imagen popular debido a constantes desvaríos, desatinos y reducida talla de estadista.
Por demás,  las guerras solo preocupan a EUA cuando hay paz, ya que su idiosincrasia de 100 años le asegura, que su economía desacelera cuando baja el belicismo mundial. Por eso  se empeña en mantener LA TASA DE CAMBIO de vidas humanas por dólar, lo suficientemente alta. La historia revela cómo los presidentes arrodillan ante el designio imperial.Y es que el lema gobernante de esta gran nación,reza: “In Dollar We trust”. 07/03/2017.

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